Convocados por el Encuentro Popular para la Victoria, dirigentes políticos, artistas y organismos de derechos humanos recordaron a Kirchner. El momento más festejado de la noche fue la intervención del escritor y conductor radial Alejandro Dolina, quien leyó un pequeño escrito sobre el homenajeado en el que lo rescataba como “un venturoso gestor de desacuerdos”
Alejandro Dolina: "Kirchner se animó a transitar caminos que nadie se atrevió a transitar"
Por Alejandro Dolina
El peronismo ha sido muchas veces actor principal de acuerdos y concertaciones políticas. Hay, por otra parte, un arsenal de pensamientos burgueses que garantizan la conveniencia de buscar coincidencias.
Algunos llegan a decir que en realidad, todos deseamos lo mismo y que discrepamos acerca de las metodologías.
Se ha llegado a sostener que las ideologías habían muerto y que bastaba con elegir buenos administradores para que gobernaran.
Todo esto viene acompañado con un continuo elogio de las buenas maneras en las discusiones políticas y aún en los conflictos sociales.
A cada momento se nos propone a nuestra admiración la conducta de príncipes sonrientes o de antagonistas que se dispensan elogios mutuos durante las negociaciones.
Estas escasas palabras servirán primero para saludar todas estas ideas que acabo de exponer.
¿Quién soy yo para no ovacionarlas de pie? Pero también, y como humilde despacho en disidencia, propongo un tímido elogio del desacuerdo, de la bifurcación, de la heterodoxia, de la herejía.
Después de todo, las revoluciones surgen sólo de desacuerdos: el hombre es un mono disidente.
Me permito entonces, subrayar la acción política de Néstor Kirchner como venturoso gestor de desacuerdos. El se atrevió a recorrer caminos que nadie se atrevía a transitar y que parecían alejarse de las concurridas avenidas centrales que recomendaban los poderosos del mundo global. Y se metió por unas calles ya olvidadas cuyos nombres sólo se pronunciaban en los foros estudiantiles, en las reuniones de soñadores y en rincones que siempre estaban alejados del poder político.
Esas calles de desacuerdo ahora pueden reconocerse: una conduce al crecimiento del mercado interno... Otra al control del comercio exterior... Está bien el boulevard de la intervención del Estado o la esquina de la ley de medios, la plaza de la asignación por hijo y los veredones del desendeudamiento. Algunas de estas calles habían sido recorridas por otro señor en 1946.
Cuando alguien del poder político se atreve a caminar estos senderos termina por llegar a un distrito donde el poder político no está en el mismo lugar que el poder económico. Y la bifurcación se produce y son inevitables los ataques de las corporaciones y de los poderosos que tratarán de conseguir el regreso de los gobernantes tránsfugas hacia las avenidas iluminadas de sus intereses.
Hace muchos años hubo por televisión un debate entre el doctor Teodoro Bronzini, líder socialista e intendente de Mar del Plata, y el doctor Becar Varela que militaba en el partido que entonces tenía al menos el coraje de admitirse como conservador.
Fue una conversación muy amable y el moderador se sorprendió al fin del programa de que hubieran coincidido en tantas cosas. En realidad, no era sorprendente, ambos políticos formaban parte de una visión liberal del mundo y eran funcionales a los intereses de las corporaciones. ¿Cómo no van a ser amables si en el fondo pensaban lo mismo? Néstor Kirchner no les parecía amable a las corporaciones. En verdad, ningún otro presidente salvo aquel otro señor de 1946, les pareció tan desagradable. Y lo atacaron como a nadie ¿Por qué? No porque Kirchner tuviese mal carácter y fuera confrontativo como quien es cascarrabias.
No se trataba de una cuestión de carácter: este tipo había tocado sus intereses. Y fue el único que lo hizo. Todos los demás parecían aceptables en algún momento porque también en algún momento eran funcionales a los intereses del poder económico.
Y eso es todo lo que quería decir, a veces no hay más remedio que disentir, que persistir en el desacuerdo. Hoy casi por única vez en nuestra historia, el poder político no está donde está el poder económico.
Y este hombre que ahora se ha ido produjo un último acto de `insujeción`. Su muerte encendió la luz, y como en un refusilo vimos algo que la cerrazón de los medios había ocultado en la oscuridad: las calles laterales, las que no recomendaban los poderosos, estaban llenas de gente.
Fuentes: Página 12 - Telam
Alejandro Dolina: "Kirchner se animó a transitar caminos que nadie se atrevió a transitar"
Por Alejandro Dolina
El peronismo ha sido muchas veces actor principal de acuerdos y concertaciones políticas. Hay, por otra parte, un arsenal de pensamientos burgueses que garantizan la conveniencia de buscar coincidencias.
Algunos llegan a decir que en realidad, todos deseamos lo mismo y que discrepamos acerca de las metodologías.
Se ha llegado a sostener que las ideologías habían muerto y que bastaba con elegir buenos administradores para que gobernaran.
Todo esto viene acompañado con un continuo elogio de las buenas maneras en las discusiones políticas y aún en los conflictos sociales.
A cada momento se nos propone a nuestra admiración la conducta de príncipes sonrientes o de antagonistas que se dispensan elogios mutuos durante las negociaciones.
Estas escasas palabras servirán primero para saludar todas estas ideas que acabo de exponer.
¿Quién soy yo para no ovacionarlas de pie? Pero también, y como humilde despacho en disidencia, propongo un tímido elogio del desacuerdo, de la bifurcación, de la heterodoxia, de la herejía.
Después de todo, las revoluciones surgen sólo de desacuerdos: el hombre es un mono disidente.
Me permito entonces, subrayar la acción política de Néstor Kirchner como venturoso gestor de desacuerdos. El se atrevió a recorrer caminos que nadie se atrevía a transitar y que parecían alejarse de las concurridas avenidas centrales que recomendaban los poderosos del mundo global. Y se metió por unas calles ya olvidadas cuyos nombres sólo se pronunciaban en los foros estudiantiles, en las reuniones de soñadores y en rincones que siempre estaban alejados del poder político.
Esas calles de desacuerdo ahora pueden reconocerse: una conduce al crecimiento del mercado interno... Otra al control del comercio exterior... Está bien el boulevard de la intervención del Estado o la esquina de la ley de medios, la plaza de la asignación por hijo y los veredones del desendeudamiento. Algunas de estas calles habían sido recorridas por otro señor en 1946.
Cuando alguien del poder político se atreve a caminar estos senderos termina por llegar a un distrito donde el poder político no está en el mismo lugar que el poder económico. Y la bifurcación se produce y son inevitables los ataques de las corporaciones y de los poderosos que tratarán de conseguir el regreso de los gobernantes tránsfugas hacia las avenidas iluminadas de sus intereses.
Hace muchos años hubo por televisión un debate entre el doctor Teodoro Bronzini, líder socialista e intendente de Mar del Plata, y el doctor Becar Varela que militaba en el partido que entonces tenía al menos el coraje de admitirse como conservador.
Fue una conversación muy amable y el moderador se sorprendió al fin del programa de que hubieran coincidido en tantas cosas. En realidad, no era sorprendente, ambos políticos formaban parte de una visión liberal del mundo y eran funcionales a los intereses de las corporaciones. ¿Cómo no van a ser amables si en el fondo pensaban lo mismo? Néstor Kirchner no les parecía amable a las corporaciones. En verdad, ningún otro presidente salvo aquel otro señor de 1946, les pareció tan desagradable. Y lo atacaron como a nadie ¿Por qué? No porque Kirchner tuviese mal carácter y fuera confrontativo como quien es cascarrabias.
No se trataba de una cuestión de carácter: este tipo había tocado sus intereses. Y fue el único que lo hizo. Todos los demás parecían aceptables en algún momento porque también en algún momento eran funcionales a los intereses del poder económico.
Y eso es todo lo que quería decir, a veces no hay más remedio que disentir, que persistir en el desacuerdo. Hoy casi por única vez en nuestra historia, el poder político no está donde está el poder económico.
Y este hombre que ahora se ha ido produjo un último acto de `insujeción`. Su muerte encendió la luz, y como en un refusilo vimos algo que la cerrazón de los medios había ocultado en la oscuridad: las calles laterales, las que no recomendaban los poderosos, estaban llenas de gente.
Fuentes: Página 12 - Telam
Qué triste leer estos escritos de Alejandro
ResponderBorrarLo sigo bancando xq, como él dice, un poeta tiene derecho a ser juzgado por sus mejores versos.
Creo que sus mejores ideas definitivamente no son políticas.
En fin... mejor escucharlo por radio...
Triste por qué? porque no piensa como vos?
ResponderBorrarEsta bien... a algunos les producirá tristeza...confío en que somos más los que nos llenamos de orgullo después de escuchar las reflexiones de Dolina. Gracias Alejandro!
ResponderBorrarY claro debe pasar como a nosotros los peronistas con Borges, nos encanta como escribe pero nos da un poco de tristeza cuando opina de política, no porque haya sido tonto, sino porque opinaba en contra nuestro, y seguramente a veces con toda razón. Lo mismo le debe pasar ahora a un Dolineano anti-K al leer este texto del Negro. Creo que lo importante es no caer en la intolerancia para asi no perderse ni a Borges ni a Dolina.
ResponderBorrarExtraordinario lo tuyo Alejandro. Me emocionó tu escrito (¡gran escriba y hablador!) en especial la profundidad, elegancia y humor de tus metáforas. Lo que algunos/as de los comentaristas del post parece entristecer es, en mi humilde opinión, la consecuencia inevitable de su pereza intelectual, de sentirse cómodo/a mirando embelezado el mobiliario de su pequeño salón (que le parece muy fino) y despreciando el del vecino porque, a pesar de la amplitud y la estética de su contenido, le parece muy groncho.
ResponderBorrarEs como despreciar la pintura de Goya, la de los fusilamientos del 2 de mayo, porque el pintor pinta la muerte en una forma que te sacude por su fuerza y su verdad. Como dice el poeta catalán "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio"
Siempre sostuve que el fanatismo era malo. Aun lo sostengo. Pero al seguir tanto tiempo a un romántico como este tipo, se me hace muy difícil no nombrarme como fan.
ResponderBorrarMuy bueno el discurso Alejandro! Como siempre nos brindas estos lujos de combinaciones de palabras, difíciles de disentir.
Un abrazo negro…(no un abrazo negro)
maxi...
Buenísimo lo que decís Dolina ! Totalmente de acuerdo !
ResponderBorrarKirchner me hizo volver a la creer en la política.. y tengo una lista interminable de argumentos para defenderlo.
Qué será lo que entristece a "Lu"...? anda a saber...
Cecilia
¿Cuál es el problema de los rudimentarios integrantes de la media clase (ex clase media) que se brotan y enloquecen de solo pensar que ,antes que engrosar sus privilegios, es bueno, justo y necesario que -de una bendita vez- puedan vivir mejor los que nunca han tenido acceso a nada? Extrañan la teoría de "la copa llena"? Quiza les debamos pedir perdón por la jubilaciones a las amas de casa...Pero claro, nadie se disculpó nunca por la jubilaciones de privilegio.. Para continuar creciendo necesitamos más pensadores que crean en el pueblo.Gracias Dolina
ResponderBorrarPara crecer necesitamos gente que se enfrente al sistema y que no claudique ante un sueldo de clase media o ante un discurso de progresista
ResponderBorrarJustamente por escucharlo tanto a Dolina me parece que sus ideas patinan un poco. Ustedes saben como yo que él vive en Belgrano, que tiene auto, que tiene DirecTV, que fue capaz de recorrer Europa con sus hijos, y que tiene una prepaga. Son cosas que dice en el programa.
ResponderBorrarDolina no es de clase media ni baja. Dolina no va al hospital público a las 4 de la mañana para conseguir un turno con un médico. Dolina no mandó a sus hijos a una escula pública ni a una universidad pública (Ale es egresado de la UCA). Dolina no viaja en transporte público.
Algo que hicieron los K es demonizar a la clase alta, por lo que todos quieren no pertenecer a las clases altas y demostrar que son parte del pueblo. Me parece que Dolina cayó en ese juego nomás.
Pero igual lo sigo escuchando!! Repito: un poeta tiene derecho a ser juzgado por sus mejores versos.
Ale no estudio en universdsidad publica por la elección a su carrera. Pero si puedo asegurar que durante su juventud presencio clases en la facultad de sociales de la Uba ( solo por placer). con respecto a transportes publicos estas equivocada porque tambien los utilizan. tiene prepaga pero sabe muy bien lo que es la salud publica y en ocasiones se ah atendido en ella. `respeto tu comentario pero para opinar deberias informarte mas. su dinero no lo hace a fundamentar su ideal politico
ResponderBorrarEn todo caso es un excelente ejemplo que quien está en una posición cómoda, pretenda que los demás también lo estén. Es todo lo contrario a una posición monopólica que trabaja para expulsar a los demás y quedarse con todo. Alejandro siempre estuvo a favor de la libertad y la inclusión y es su coherencia la que hace que tenga tantos seguidores. Es cierto que es un poeta, pero también y fundamentalmente, es un hombre auténtico.
ResponderBorrarPara los que no lo saben o todavía no se enteraron...Dolina ES peronista, y, como tal, apoyó y apoya el Gobierno de Néstor y Cristina.
ResponderBorrarlo conoci leyendo satiricon y me encanto,pero nestor solo se enfrento a lo que se podia llevar en plata esta fiesta para pocos la vamos a pagar muchos el peronismo para su subsistencia es una fabrica de pobres.
ResponderBorrarQué raro que haya escrito "refusilo", o es una transcripción?
ResponderBorrarAl Negro Dolina le tenemo'que prohibir morirse. Ya se nos "escapó" el General y luego "el Néstor", No demoremos más! Que se arbitren las medidas necesarias... y que "el Negro Dolina" no de muera nunca!!
ResponderBorrarQ le pasa al negro q están pasando programas repetidos ?
ResponderBorrarExtraño tanto al negro...
ResponderBorrarSupongo q muchos de ustedes también.
"Nuestras nadas poco difieren".
Hola, estaba enfermo, supuestamente esta semana volvía, pero no, no se que pasará hoy
ResponderBorrarSeguiremos siendo voces de una misma penuria, entonces. Gracias Ignacio.
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