Entrevista a Alejandro Dolina en la Revista C que acompaña la edición del domingo 28 de septiembre de 2008.
“La música se disfruta con inteligencia”
Por Nicolás E. Peralta
–¿Cuáles son los discos que lo han impresionado mucho?
–El disco en sí mismo no me parece inevitable. A lo mejor es porque oigo más música en vivo que la que oigo grabada. Mis costumbres como oyente pasan mucho por la radio también. Recuerdo María de Buenos Aires, la operita de Horacio Ferrer y Piazzolla. Lo escuché muchísimo. De la misma manera, los discos del grupo Vocal Argentino, uno de los tantos integrados por el Chango Farías Gómez. Me pareció tan notable, tan gozoso.
–¿Cuáles son los que pone con los ojos cerrados?
–A Gardel, Chopin, Beethoven, Mozart y Piazzolla uno vuelve a cada rato. Son familiares al que se ven semanalmente. Son casi un círculo íntimo. Tipos como Julián Aguirre han hecho muy buena música basada en la estructura tradicional de las canciones criollas. Me gustaría decirle alguno que no sea inevitable o alguien más personal: Francis Poulenc. Me gustan mucho Eric Satie. Edith Piaf, Yves Montand y Charles Aznavour. Hablando de tango, Gardel es simplemente el que canta mejor. No me interesa la historia mítica. Una técnica muy superior a cualquier otro. Hoy por ejemplo Guillermito Fernández es de los que se preocupa por esto.
– Criollo, francés y clásico ¿Nada anglosajón?
–No escucho toda la música criolla por ser criolla o todos los tangos por ser tangos. El jazz me gusta mucho, Dizzy Gillespie es uno de los más grandes que ha existido junto a Charlie Parker. El fenómeno de Los Beatles es extraordinario extraordinario. Son otros de mis familiares. También Queen o los Beach Boys. De chico me gustaba mucho Bill Haley.
–¿Existe la música para momentos?
–No niego el carácter de acompañamiento furtivo o ritual, pero a mí me interesa la música sin ninguna función agregada. A la mayoría de la gente la música no le importa, lo que le gusta es lo que viene con la música. Se pone ímpetu en lo que es exterior a la música. as letras, la belleza de los cantantes o lo teatral. Lo que sirve para seducir a una señorita no le sirve al aficionado a la música. Si no, Fausto Papetti sería más grande que Beethoven. Hay además aquí unos prejuicios burgueses acerca de lo que es la seducción y de lo que es la música. La música es una colección de ritmos y armonías. Creer que el arte sirve como tema de conversación, para levantar minas o para darse dique entre los vecinos, es una superstición. No refiere y no alude a nada. La música hace una referencia continua a sí misma. Por ejemplo Marioneta me recuerda a mi papá. Pero decir que esta canción me gusta porque la escuché por primera vez cuando conocí a mi novio o hace referencia a un bosque son pamplinas. Es el arte más difícil de relacionar con el mundo. Notamos las sutilezas de todas las combinaciones posibles. Pero no significan nada. Solo que se cree que los acordes menores son tristes y los acordes mayores alegres..
–¿Cualquiera puede disfrutar de la música?
–Depende. La música se disfruta con inteligencia. Hay relación de intuición: no sé cómo se hace pero me gusta. Cuando es muy elemental aburre y cuando es muy complejo confunde. En el medio de estos extremos, allí, es donde está la música.
De la nota, lo que me identificó fue lo siguiente:
ResponderBorrar"...(La música) Cuando es muy elemental aburre y cuando es muy complejo confunde. En el medio de estos extremos, allí, es donde está la música...".
Siempre me llamó la atención lo que sabe Dolina de tangos (letras, composiciones, etc.), y también que confesara que le costaba recordar sus propias letras que letras ajenas. rt
La técnica de Gardel es increíble. Disfruté mucho leyendo esta entrevista. Saludos
ResponderBorrarGracias Charlie! me alegra mucho que la hayas disfrutado, siempre es interesante leer al Negro.
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