Manuel Belgrano, "es lo mejor que tenemos en América del sur" (José de San Martín)
“Hubo un tiempo de desgracia para la humanidad en que se creía que debía mantenerse al pueblo en la mayor ignorancia, y, por consiguiente en la pobreza, para conservarlo en el mayor grado de sujeción, pero esa máxima injuriosa al género humano se proscribió como una producción de la barbarie más cruel”.Manuel Belgrano
Manuel Belgrano nació en Buenos Aires el 3 de Junio de 1770. Estudió en el Colegio de San Carlos y luego en la Universidades de Salamanca y Valladolid en España. Ya en Buenos Aires, es nombrado como primer secretario del Consulado, tenía tan solo a los 23 años. Desde ese puesto fomentó la educación y la capacitación de la gente en oficios, creando Escuelas de Dibujo, de Matemáticas y Náutica.
En 1806, durante las invasiones inglesas, se incorpora a las milicias criollas que defendían la ciudad. En la Revolución de mayo de 1810 cumple un rol muy activo, y es nombrado vocal. Mas tarde se le encomienda la expedición al Paraguay, y si bien la carrera militar no lo entusiasmaba demasiado, ya que pensaba que era más útil aplicando sus conocimientos económicos y políticos, no le importó, siguió adelante y asumió su rol como militar improvisado, Si no era con la pluma y la palabra sería con la espada que lucharía por la libertad de su pueblo.
Como improvisado General encabezó en el Norte el heroico "éxodo del pueblo jujeño " y logró las importantes victorias de Tucumán en septiembre de 1812 y Salta en febrero de 1813. Luego vendrán las derrotas de Vicapugio en octubre de 1813 y la de Ayohuma en noviembre de 1813. En 1816 participará activamente en el Congreso de Tucumán por la independencia de nuestro país.
Pobre, muy pobre y olvidado, el 25 de mayo de 1820, el mismo día en que se cumplían tan solo 10 años de la Revolución en la que él había tenido un papel preponderante, Belgrano dicta al escribano Narciso de Iranzuaga su testamento. Sus bienes materiales se los legó a su hermano, el canónigo Domingo Estanislao, a quien le hiciera el personal pedido de que todo fuera a manos de su hija natural Manuela Mónica, que se encontraba en Tucumán y le encargaba el cuidado de “mis escuelas”. En la columna dedicada al inventario de sus bienes, se destaca que no tenía ni dinero en efectivo ni bienes raíces y sí, en cambio, le sobraban los deudores.
En su lecho de muerte le entrega a su médico y amigo, el escocés José Redhead, su reloj como pago de honorarios ante la carencia de otros recursos económicos, todo un símbolo de la abnegación de Belgrano.
Así terminó la vida de este hombre que se empecinó en mejorar la vida de sus compatriotas , que soñó con escuelas pobladas de niños, de jóvenes y de mujeres, ya que fue un adelantado a su tiempo que siempre se preocupó por la educación de las mujeres.
La mañana del 20 de junio de 1820 fallecía Manuel Belgrano en su casona natal de Regidor Antonio Pirán -hoy Belgrano- al 430. Sólo lo rodeaban sus familiares más cercanos y algunos dominicos. Dicen, que en el silencio que lo rodeaba, que sólo se rompía con la letanía de un fraile, con sus últimas fuerzas Belgrano intenta incorporarse para exclamar con un hilo de voz "¡Ay, patria mía...".
En 1806, durante las invasiones inglesas, se incorpora a las milicias criollas que defendían la ciudad. En la Revolución de mayo de 1810 cumple un rol muy activo, y es nombrado vocal. Mas tarde se le encomienda la expedición al Paraguay, y si bien la carrera militar no lo entusiasmaba demasiado, ya que pensaba que era más útil aplicando sus conocimientos económicos y políticos, no le importó, siguió adelante y asumió su rol como militar improvisado, Si no era con la pluma y la palabra sería con la espada que lucharía por la libertad de su pueblo.
Como improvisado General encabezó en el Norte el heroico "éxodo del pueblo jujeño " y logró las importantes victorias de Tucumán en septiembre de 1812 y Salta en febrero de 1813. Luego vendrán las derrotas de Vicapugio en octubre de 1813 y la de Ayohuma en noviembre de 1813. En 1816 participará activamente en el Congreso de Tucumán por la independencia de nuestro país.
Pobre, muy pobre y olvidado, el 25 de mayo de 1820, el mismo día en que se cumplían tan solo 10 años de la Revolución en la que él había tenido un papel preponderante, Belgrano dicta al escribano Narciso de Iranzuaga su testamento. Sus bienes materiales se los legó a su hermano, el canónigo Domingo Estanislao, a quien le hiciera el personal pedido de que todo fuera a manos de su hija natural Manuela Mónica, que se encontraba en Tucumán y le encargaba el cuidado de “mis escuelas”. En la columna dedicada al inventario de sus bienes, se destaca que no tenía ni dinero en efectivo ni bienes raíces y sí, en cambio, le sobraban los deudores.
En su lecho de muerte le entrega a su médico y amigo, el escocés José Redhead, su reloj como pago de honorarios ante la carencia de otros recursos económicos, todo un símbolo de la abnegación de Belgrano.
Así terminó la vida de este hombre que se empecinó en mejorar la vida de sus compatriotas , que soñó con escuelas pobladas de niños, de jóvenes y de mujeres, ya que fue un adelantado a su tiempo que siempre se preocupó por la educación de las mujeres.