“El riesgo es volverse opinólogo”
El psicólogo prepara su propio show televisivo: “Terapia (única sesión)”.
Javier Vogel
Especial
Habla pausado, con tono amable. Escucha atento mientras mira a su interlocutor ayudado por un par de modernos anteojos de diseño. Algún arriesgado podría cruzarlo en un ascensor y prejuzgar que se trata de un psicólogo porteño. Vaya casualidad, de eso se trata. Es Gabriel Rolón, el psicoanalista que llegó a la radio hace 15 años de la mano de Alejandro Dolina y, poco a poco, se instaló en los medios hasta llegar a un presente que incluye: un programa propio en Radio Mitre, una columna en la Rock and Pop junto a Elizabeth Vernaci y participaciones en RSM.
Pero hay más: en menos de dos semanas debutará como conductor, también en América, con un Terapia (única sesión). Será un ciclo de entrevistas en el que planea sacarle el jugo a su oído de analista. “Yo no hago clínica en los medios, eso sería antiético”, aclara. “Sí tengo la posibilidad de jugar con cierta alegoría en el nombre del programa y voy a escuchar y preguntar de una manera determinada, pero no voy a meterme en cuestiones clínicas”, le dijo a La Voz del Interior en el consultorio donde todos los días atiende a sus pacientes. Allí sólo hay un escritorio con dos sillas y un diván, un ambiente preparado para que las palabras sean las únicas protagonistas.
Admirador del español Jesús Quintero por su “forma de escuchar y preguntar”, Rolón rescata el trabajo de Antonio Carrizo, Héctor Larrea y Alejandro Dolina. “Ellos rompieron los esquemas. Dolina habla de mitología griega en la radio más escuchada del país y Carrizo charlaba una hora con Borges o con Sábato en un horario en el que los libros decían que todo debía ser veloz”, enumera.
–¿Cómo será “Terapia (única sesión)”?
–Será una charla íntima, una entrevista en profundidad muy respetuosa, guardando todas las cosas de las que el entrevistado no quiere hablar. A mí me gusta escuchar desde otro lugar, no me interesa incomodar a nadie. Por el tipo de escucha que tengo, me puedo detener en cosas que algunos periodistas no ven y se me pueden escapar otras que a los periodistas no.
–¿La elección de los entrevistados va a responder a esa idea que rescata de esos maestros de la radio y la TV?
–Los entrevistados serán parte de una decisión consensuada con América. No soy tan obtuso como para pensar que le puedo pedir a un canal de aire que me deje entrevistar a un intelectual en un horario central. Pero ojo que dentro del ámbito artístico hay personas muy inteligentes con las que me gustaría hablar desde otro lugar. Si el programa logra tener espalda, entonces podré entrevistar a un escritor.
La mirada de los otros
La llegada de Gabriel Rolón a la radio no tuvo nada que ver con su profesión. Alejandro Dolina lo convocó a La venganza será terrible por ser músico. Hoy su participación en los medios se apoya casi exclusivamente en el hecho de ser psicólogo.
–¿Qué imagen tiene de la psicología en la TV antes de su llegada a los medios?
–Yo me acuerdo de Mauricio Abadi, me encantaba cómo expresaba los problemas psicológicos, cómo podía devolverle a la gente un nivel de análisis distinto, con mucho respeto. Mauricio fue muy importante y José (el hijo) también lo hace muy bien. Ahora hay una especie de exceso de psicologismo y parece que en todos los programas tiene que haber un psicólogo. Hay muchos, pero son pocos los que transmiten bien en profundidad.
–¿Cuál es el riesgo de esa sobreoferta?
–Yo creo que lo complejo es que uno corre el riesgo volverse un opinólogo porque ya que el psicólogo está sentado ahí se le puede preguntar cualquier cosa, como por ejemplo qué siente Cristina (Fernández) con la traición de Cobos (encoge los hombros y abre los ojos).
–¿Se siente juzgado por ser un profesional que está en los medios?
–Me gustaba mucho tomar café en el bar de la facultad y eso es algo que ya no hago, porque cuando entro percibo que me miran como quien contempla la vuelta de un traidor. Si estás en los medios se piensa que podés ser un chanta. Nadie sabe cómo trabajo en la práctica clínica ni la pasión que le pongo a la atención de los pacientes. Yo sé que a veces se da cierta confusión en la gente, pero el que tiene que tratar de que no se le mezclen los tantos soy yo.
Fuente: LAVOZ.com.ar
Javier Vogel
Especial
Habla pausado, con tono amable. Escucha atento mientras mira a su interlocutor ayudado por un par de modernos anteojos de diseño. Algún arriesgado podría cruzarlo en un ascensor y prejuzgar que se trata de un psicólogo porteño. Vaya casualidad, de eso se trata. Es Gabriel Rolón, el psicoanalista que llegó a la radio hace 15 años de la mano de Alejandro Dolina y, poco a poco, se instaló en los medios hasta llegar a un presente que incluye: un programa propio en Radio Mitre, una columna en la Rock and Pop junto a Elizabeth Vernaci y participaciones en RSM.
Pero hay más: en menos de dos semanas debutará como conductor, también en América, con un Terapia (única sesión). Será un ciclo de entrevistas en el que planea sacarle el jugo a su oído de analista. “Yo no hago clínica en los medios, eso sería antiético”, aclara. “Sí tengo la posibilidad de jugar con cierta alegoría en el nombre del programa y voy a escuchar y preguntar de una manera determinada, pero no voy a meterme en cuestiones clínicas”, le dijo a La Voz del Interior en el consultorio donde todos los días atiende a sus pacientes. Allí sólo hay un escritorio con dos sillas y un diván, un ambiente preparado para que las palabras sean las únicas protagonistas.
Admirador del español Jesús Quintero por su “forma de escuchar y preguntar”, Rolón rescata el trabajo de Antonio Carrizo, Héctor Larrea y Alejandro Dolina. “Ellos rompieron los esquemas. Dolina habla de mitología griega en la radio más escuchada del país y Carrizo charlaba una hora con Borges o con Sábato en un horario en el que los libros decían que todo debía ser veloz”, enumera.
–¿Cómo será “Terapia (única sesión)”?
–Será una charla íntima, una entrevista en profundidad muy respetuosa, guardando todas las cosas de las que el entrevistado no quiere hablar. A mí me gusta escuchar desde otro lugar, no me interesa incomodar a nadie. Por el tipo de escucha que tengo, me puedo detener en cosas que algunos periodistas no ven y se me pueden escapar otras que a los periodistas no.
–¿La elección de los entrevistados va a responder a esa idea que rescata de esos maestros de la radio y la TV?
–Los entrevistados serán parte de una decisión consensuada con América. No soy tan obtuso como para pensar que le puedo pedir a un canal de aire que me deje entrevistar a un intelectual en un horario central. Pero ojo que dentro del ámbito artístico hay personas muy inteligentes con las que me gustaría hablar desde otro lugar. Si el programa logra tener espalda, entonces podré entrevistar a un escritor.
La mirada de los otros
La llegada de Gabriel Rolón a la radio no tuvo nada que ver con su profesión. Alejandro Dolina lo convocó a La venganza será terrible por ser músico. Hoy su participación en los medios se apoya casi exclusivamente en el hecho de ser psicólogo.
–¿Qué imagen tiene de la psicología en la TV antes de su llegada a los medios?
–Yo me acuerdo de Mauricio Abadi, me encantaba cómo expresaba los problemas psicológicos, cómo podía devolverle a la gente un nivel de análisis distinto, con mucho respeto. Mauricio fue muy importante y José (el hijo) también lo hace muy bien. Ahora hay una especie de exceso de psicologismo y parece que en todos los programas tiene que haber un psicólogo. Hay muchos, pero son pocos los que transmiten bien en profundidad.
–¿Cuál es el riesgo de esa sobreoferta?
–Yo creo que lo complejo es que uno corre el riesgo volverse un opinólogo porque ya que el psicólogo está sentado ahí se le puede preguntar cualquier cosa, como por ejemplo qué siente Cristina (Fernández) con la traición de Cobos (encoge los hombros y abre los ojos).
–¿Se siente juzgado por ser un profesional que está en los medios?
–Me gustaba mucho tomar café en el bar de la facultad y eso es algo que ya no hago, porque cuando entro percibo que me miran como quien contempla la vuelta de un traidor. Si estás en los medios se piensa que podés ser un chanta. Nadie sabe cómo trabajo en la práctica clínica ni la pasión que le pongo a la atención de los pacientes. Yo sé que a veces se da cierta confusión en la gente, pero el que tiene que tratar de que no se le mezclen los tantos soy yo.
Fuente: LAVOZ.com.ar
Creo que a Rolón le puede ir muy bien en este emprendimiento, es un tipo que sabe mucho pero también la dibuja bastante; no me gusta cuando se pone demasiado empalagoso, pareciera no ser auténtico...
ResponderBorrarDe todos modos, quisiera verlo aquí; también va a depender de los invitados. Estaría bueno que entreviste a personajes reconocidos del ámbito de la cultura y que no se termine banalizando demasiado el producto.
Hay que ver. Por ahora, le doy crédito...
Rolon aportó mucho a la venganza. Por lo que espero que le vaya bien con sus futuros emprendimientos y haga mucho dinero
ResponderBorrarEspero que sus invitados no sean simples figuras mediaticas vulgares que desfilan por todos los programas y ojalá que sean otro tipo de invitados que hagan del programa un programa de interes general...
ResponderBorrargracias!