Entrevista a Alejandro Dolina en la Nación 11.08.08

Negro el 8

Peripecias de un jugador atorrante

• Una gloria del fútbol en canchas de alquiler. El NegroDolina es un entusiasta del "fútbol atorrante", como le gusta decir. Hace 15 años que cada martes o miércoles se junta con su equipo, sus muchachos, para integrar el team de fútbol 6 que peleará cada pelota como si fuera la última. "Tengo mucha pinta de jugador atorrante", se define el player. No tanto por su posición de volante de ida y vuelta, un típico 8, sino por "lo mal vestido" que entra en el field , la cancha... Casi con la mística del potrero de antaño.

• Dolina tiene de hijos a rivales y compañeros. No porque gane siempre, sino porque Martín y Alejandro, sus dos hijos, comparten su pasión cada martes. Uno en contra y otro en el mismo equipo. "A Alejandro (hijo) no le gusta que lo regañen y yo soy un poco fastidioso dentro de la cancha. Soy insoportable", explica el escritor. Por eso, su homónimo juega como rival. En cambio, Martín no se inquieta con las indicaciones. El resto del equipo se completa con amigos, integrantes del programa de radio La venganza será terrible y otras glorias; alguna vez fueron a jugar Pinino Mas, ex centroforward de River Plate, y Claudio Marangoni, ex centrohalf de Boca Juniors. En el plantel habitualmente está Guillermo Stronatti, ex locutor de La venganza... , que en esta oportunidad se dio de baja.

• Antes de ingresar en el campo de juego, Dolina se ajusta sus desteñidas medias color arena: "Son del año 1000", se ríe. Tampoco sus botines parecen muy nuevos. "Es que cuando me compro unos y los uso me parece que me duele el pie", así justifica su resistencia a abandonar los zapatos símil cuero oscuro, algo gastados. El pantalón y la camiseta también son los de siempre. El look dolinesco se completa con una vincha muy a tono con la moda de los jugadores actuales. Pero a él no le importa si el logo queda al revés.

• El partido comienza a las 19.07. Después de los flashes, el músico-locutor se posiciona en la cancha. Para Dolina, el orden del equipo es fundamental. Y lo hace notar durante el match . "¡Por qué no subís! ¡Por qué no bajás! ¡Vamos, muchachos! ¡No podés perder esa pelota!", son algunas de las consignas top. Pero las indicaciones no hacen efecto: en sólo 10 minutos de juego su equipo pierde 3 a 0. "¡Así no! ¡Más despacio juguemos, muchachos!", aconseja a sus backs .

• "En un partido de seis contra seis se multiplican las posibilidades de juego. En un cinco contra cinco hay menos variantes y un error puede ser decisivo", explica con precisión de científico este jugador que se destaca en el partido por su camiseta color vino tinto del Club Villa Dálmine y que transita la categoría primera C del fútbol argentino. Sufre el partido: reniega, con los brazos en jarra y la cabeza gacha, que va de un lado a otro diciendo no . El resultado parcial: 1-4.

• "Sí, señor, yo no vengo a divertirme", escribe Dolina en un artículo sobre los picados de fútbol, en la vieja revista Humor . "Para eso está el ludo, el desconfío o el pinchanúmeros, pero nunca el fútbol. Yo quiero sufrir ante el resultado incierto. Padecer la angustia del dominio rival... Quienes van a la cancha a divertirse han equivocado el lugar." Y así lo hace sentir a sus compañeros, entre guiños amistosos. A las 8.05 suena el silbato del referee . El partido, 3-5 abajo. Dolina alienta al equipo pese a la derrota: "Por lo menos no hicimos papelones", concluye.

Julián María Iturrería


Fuente: Diario La Nación online - Sábado 11 de octubre de 2008 | Publicado en edición impresa

Gracias Emma por el aviso.